miércoles, 11 de marzo de 2009

Suerte de Numen

Hace pocos dias se celebró el Dia Internacional de la Mujer y yo no conmemoré nada.

Hace pocos dias se festejó el Dia Internacional de la Mujer y no es más que un manifiesto de imprudencia ya que ha esta humanidad le resulta indispensable concretar ciertas fechas en el calendario de los olvidos.

Es humillante recordar el denuedo femenino hacia finales del siglo XIX en que la mujer luchaba por llegar a ser un sujeto de derechos, con firme inclusion social, pero si la mujer es sujeto de derecho, con seguridad el hombre es de izquierdo.

Quién podría atreverse a dudar de la admirable presencia femenina en este planeta tan errante, si la mujer cumple un rol fascinante, muchas veces sin proponérselo...

Qué hubiera sido de Don Cristobal y sus sueños sin la fe de Isabel la Católica, qué hubiera sido de Francia sin la valentía de Juana de Arco, acaso alguien dudaria del amor de Clara Campoamor, de la rebeldía y sensualidad de Frida Kahlo, quién se resistiría a la emoción de los poemas de Gabriela Mistral, Jeannette Clariond, Ana Rossetti, a la música de Chabuca Granda, la voz de Maria Callas, Edith Piaf, Ella Fitzgerald, Omara Portuondo, que gran ejemplo de caridad el que nos legó la madre Teresa de Calcuta, el coraje de Rigoberta Menchú... la lista es infinita.

Y en esta nómina no hay mujer anónima, porque no hay felicidad desconocida.

Bienaventurado el hombre enamorado, aquél que encontró más que amor en los brazos de una mujer, bendito el vientre de mi madre y su sabio consejo, bienvenida la amnesia de la primavera que inicia en setiembre y en cada sonrisa de mujer, venerable la mujer que nos enseñó a amar y también la que nos dejó de amar, maravillosa mujer que a nosotros los hombres nos hace creer que la hemos conquistado cuando es ella quien nos ha enamorado, dulce mujer que es capaz de aprender a perdonar aunque tenga orgullos que matar, tierna niña que "reemplazó" al niño que se esperaba en el hogar, niña bonita que abordó corazones al azar, radiante novia que llegó al altar, ilusionada mujer que es madre por primera vez, candorosa la que espera serlo también, gran mujer que no ocupa lugar detrás de ningún hombre.

Bienvenidas las ninfas, todas las musas, las venus de Milo con brazos, que hayan otros 8 de marzo donde obreros del bajo Manhattan y de todas las ciudades del mundo tomen por asalto las calles y se declare una huelga universal indefinida para exigir el aumento de la presencia femenina.

¿Qué clase de herejía moderna es aquella que establece un día por año para ensalzar el Día de la Mujer?. Recordar fechas no es más que olvidar el universo paralelo que representa ella.

En los Poemas Saturnianos de Verlaine, se dice que los sabios de antaño, que valían tanto como los de hoy, creyeron leer en el cielo tanto las dichas como los desastres y que cada alma estaba unida a uno de los astros. Solo el alma de un hombre unido al de una mujer será capaz de comprender aquello.




1 comentario:

Emma Laura dijo...

Qué texto tan bello!!