lunes, 23 de marzo de 2009

Sombras nada más

Hace unas horas estuve viendo las noticias por la televisión y me enteré del trágico deceso de un conocido periodista peruano en un accidente de tránsito, la irreparable pérdida no sólo deja un gran vacío en el periodismo nacional sino también hace una inevitable invitación a la reflexión.

Los noticieros de forma característica casi siempre llevan implícito un toque de sensacionalismo y de esa manera la muerte se ha convertido en una inquilina mediática, por supuesto que siempre será mucho más cómodo estar hacia la orilla del espectador que ser protagonista, pero no nos olvidemos de la puntualidad de la muerte y es entonces cuando esta ruleta rusa se esmera en fomentar sus mejores oficios; no creo en la suerte, ni en la buena ni en la mala, pero sí creo en el destino y la posibilidad de poderlo cambiar.

La rigurosidad de la muerte no deja ventajas, entonces "in ictu oculi" los jinetes del apocalípsis entrarán en escena y en ese abrir y cerrar de ojos nuestro paso por la tierra habrá terminado. 
¿Que haría la gente si supiera que le queda poco tiempo de vida? hay quienes creen poder imaginar lo que en ocasiones es imposible vaticinar y peor aún, hay quienes se desgastan en potenciales respuestas como si lo inevitable se pudiera postergar.

Yo vivo frente a una bahía, me gusta asomarme a la ventana por las mañanas y enamorame de los primeros rayos de sol que se lanzan al mar, empieza otro nuevo dia (y no otro dia de nuevo), ya lo decía César Vallejo "hoy me gusta la vida mucho menos, pero siempre me gusta vivir".

Cuántas veces hemos sido capaces de agradecer por poder abrir nuestros legañosos ojos por las mañanas, y cuántas veces se ha agradecido por despertar junto a la persona que se ama, y más aún, agradecer que existe esa persona; cuándo fue la última vez que abrazamos a nuestros padres y les dijimos que los amamos, algúna vez fuímos capaces de perdonar de palabra y corazón?.

Me gusta la vida mucho menos pero siempre me gusta vivir cuando disfruto lo maravilloso de la creación divina, cuando me deleito con la infinidad del mar y su amenazante poder, cuando veo llegar el atardecer y el ocaso el cielo parece incendiar, cuando he sentido el amor de mi madre, el consejo de mi padre, cuando me he reconciliado con mis hermanos, cuando he sido caminante, cuando el verso florece, cuando las sonrisas y las lágrimas ayudan a vivir, cuando he amado, cuando no me han amado, cuando releo mi poema favorito, cuando sé que de álguien he aprendido un poquito, cuando le curo el cáncer al recuerdo, cuando vivo placentero en los ojos de una mujer.

Algunos se definen como ateos, otros más refinados como agnósticos, yo que no desciendo de un árbol me declaro Cristiano y declaro públicamente mi amor por un hombre (nunca pense decir esto) aunque aún no soy digno ante su presencia pero he decidido dejar mi vida a Cristo; hay una canción muy bella que dice "El gozo que el mundo ofrece es sólo por un momento, alegrias pasajeras y con un triste final, pero el gozo que es del cielo es glorioso y es eterno, sólo dile a Jesucristo que deseas hoy sentirlo y verás que todo nuevo será, la vida te será más fácil de llevar, confiando que a tu lado Jesucristo está y aunque venga lo que venga su amor te sostendrá".

Quién no tuvo un momento de reflexión cuando la diversión terminó?... Bendito el que haya tenido paz.
Si el destino esta marcado, el poder de la oración lo habrá trastocado y si en algún momento aflora la incertidumbre sobre qué hacer si se acorta la vida, entonces manos a la obra, puede ser el último dia.
Cristo nos ama y nos busca siempre, por qué no abrirle la puerta?


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